
Cuando mi gran amigo Arturo Pérez-Reverte me habló por primera vez de su ambicioso proyecto de Zenda-Edhasa, supe al instante que no se trataba de una simple reedición de clásicos. Había en sus palabras una pasión genuina, un deseo profundo de rescatar del olvido aquellas historias que nos habían forjado como lectores, que nos habían acompañado durante años y que, con el paso del tiempo, corrían el riesgo de quedar relegadas a los márgenes de la memoria literaria. Fue precisamente esa emoción la que despertó en mí una necesidad irrefrenable: la de formar parte de esta aventura. No pude resistirme a pedirle que me concediera el honor —porque para mí lo es— de ilustrar las portadas de todos los libros de la colección.
Desde el primer momento, sentí una conexión muy especial con la esencia del proyecto. Aquellas novelas, cuentos y relatos habían alimentado mi imaginación en la infancia, me habían hecho soñar en mi juventud, y hoy, con muchos años de pintura a las espaldas, me brindaban la posibilidad de rendirles un homenaje desde lo que mejor sé hacer: el dibujo, el trazo, el color, la expresión gráfica. Cada ilustración ha sido un intento de captar el alma de la obra, de respetar su esencia y, al mismo tiempo, ofrecer una mirada personal nacida del amor y la admiración.
El resultado no podría hacerme sentir más orgulloso. Unir mis ilustraciones a los brillantes prólogos de Arturo en esta edición cuidada de grandes obras —algunas olvidadas, otras muy difíciles de encontrar— es, a mi modo de ver, una manera de devolverles su merecido lugar. Es reivindicarlas, rescatarlas, ponerlas nuevamente en circulación para que vuelvan a ser leídas, sentidas y compartidas.
Dicho esto, no me queda más que invitar a todos los amantes de este tipo de relatos de vida, de aventura, literatura e historia, a que se hagan con ellos. Estoy convencido de que en estos tiempos inciertos que atravesamos, estas lecturas resultan más necesarias que nunca. Son un refugio, una brújula, una fuente de placer y de reflexión. Y estoy seguro de que os harán pasar unos momentos maravillosos. En definitiva, no pueden faltar en vuestra biblioteca.